viernes, 25 de noviembre de 2011

Business of Misery “Episodio 3” {Sueños reprimidos de la Adolescencia}

Ok, antes de que lean el capítulo, tengo una duda. ¿Acaso ya no les gusta mis series o qué? ¿Acaso tan mal escritora soy? Saben, me frustro un poco al notar que a nadie le llame la atención las entradas. No quiero tener wow miles de comentarios, pero si me gustaría tener algo de consideración. Siento que pierdo el tiempo escribiendo, aunque a mí me guste hacerlo u.u
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El corazón de Demetria no podía latir normalmente, no teniendo a tal maravillosamente guapo hombre tan cerca pero a la vez, tan lejos de ella. ¿Por qué la habría llamado? ¿Habría algún problema con ella? No tenía ni la menor idea, pero teniendo al mísmisimo jefe suyo, Nicholas, a solo dos metros de distancia de ella, le desmoronaba por dentro. Sus ojos eran tan fríos, distantes pero de alguna forma, sabía que él había sufrido mucho en su vida. La gente amargada era así por una razón.

Contempló su postura fría, mientras revisaba su expediente. Mordió su labio inferior mientras examinaba el entorno. La oficina de Nicholas, era inmensa, podría ser más o menos del porte de su departamento. Sus inquietas manos jugaban con su cabello castaño claro, recién teñido. A veces elevaba la mirada para contemplar a tal figura que estaba frente de ella, pero solo veía la frente arrugada seria de Nicholas.

Diez minutos habían pasado, diez largos minutos en silencio y de la nada, Demetria tan metida dentro de sus pensamientos, mueve inconscientemente su pierna, asustada al oír tan gruesa voz, salida del hombre que comenzaba a atraerla.

-Pues todo parece perfecto en tu historial.- dijo Nicholas, en un tono frío y distante, sin salirse de las barreras profesionales.

-¿Así? Perfecto... entonces, ¿puedo irme ya...?- dijo algo nerviosa, parándose de su silla.

-Espera.- contestó parándose de su silla, deteniéndola con el brazo, algo que sorprendió profundamente a Demetria.

-¿Necesita algo señor?- preguntó curiosa.

-Solo tengo algo que decirte. Mi asistente renunció y en vez de tomar el cargo de ejecutiva, necesito que tomes el de ella. Es un puesto más importante que ese, y podrás tener más dinero.

-Ok, me parece bien.- le devuelve una sonrisa cálida. -Bueno... ¿qué necesita ahora, señor?

-Necesito que me traigas una Latte con 5 cucharadas de azúcar, por favor.- le pidió amablemente con una gran sonrisa sobre su rostro.

-Enseguida señor.- hace una semi reverencia ante él y sale del despacho de Nicholas.

Nicholas veía cada detalle de tal mujer, en verdad era hermosa, pensó él. Se quedó acariciando su barbilla por un rato, pensando en ella. Se notaba que no era de nobleza, pero si que era de belleza. Era difícil pensar que era hermana de Miley, no lograba captar esa información. La duda le atormentaba desde lo más profundo del corazón, esa ligera inquietud de saber si estaba o no cerca de la persona que tan solo quería encontrar, era mucho más fuerte que su fuerza de voluntad.

Sin darle más vuelta al asunto, decidió buscar el nombre de su ex amante en el expediente de Demetria, a través de la computadora. Buscó impaciente pero a la vez muy pacientemente la búsqueda de ésta persona. Sabía que éste podría ser el fin o el comienzo de algo, y debía estar seguro de lo que se vendría. Por un rato pensó que quizá era tan solo una locura, provocada por su desesperación, pero en cuanto vio una foto de esa persona inolvidable para él, sabía que no podía ser una coincidencia, efectivamente Miley y Demetria eran familiares, de hecho, eran hermanas.

Contempló la fotografía de su amada no tan secreta por un rato. Ella lucía tan hermosa, incluso más que antes, con una gran y hermosa sonrisa sobre su hermoso rostro color de un atardecer. Amaba esos ojos verdes de ella, sentía como se perdía en ellos, era una total locura, pero él jamás se olvidó de ella. Lo había dejado, se había burlado de él, lo había humillado, le quitó el poco amor que se tenía por sí mismo, y era absurdamente increíble que él aún la amara. Debería estar enfadado, y lo estaba, es solo que también la amaba al mismo tiempo. ¿Quién lo entendía?

Se movió bruscamente al oír la puerta abrirse, se sobresaltó pero se relajó al ver que se trataba de Demetria. Suspiró y posó sus brazos detrás de la nuca, dejandole la entrada libre para que pusiese su Latte sobre su escritorio. Demetria posó delicadamente el Latte y se volvió a posicionar detrás delante del escritorio de Nicholas. Ella le miró compasivamente y posó su vieja sonrisa sobre el rostro. Parecía que jamás dejaba de sonreír.

-¿Necesita algo más señor?

-Si, solo una cosa.- le mira serio -Tutéame, no me gusta sentirme como un viejo delante de tanta hermosura.- elevó una de sus cejas, sonriéndole seductoramente.

Demetria no hizo más que sonreír complacida y apoyar sus manos sobre el escritorio de Nicholas. Dios, ese hombre la estaba volviendo loca.

-Como diga, Nicholas.- terminó de sonreír lentamente y caminó lenta pero sensualmente hasta llegar a la puerta. Abriéndola con mucha paciencia, saliendo como mucha pereza.

Nick dio vuelta la silla y miró la ventana que estaba detrás de él. Era igual de seductora que su hermana, ambas tenían gran belleza, solo que distinta. Sin querer, se la había salido un suspiro y una sonrisa macabra tras recordar a ambas juntas. Sabía que Demetria iba a llegar a formar parte del corazón de Nicholas.

-Así que Demetria es la hermana de Miley...- dijo hablando solo, con una placida sonrisa aún posada sobre su divertido rostro -Quién lo diría, esto será divertido.

Lo cierto era que, a pesar de tener muchas amantes, que duraban tan solo dos meses, él casi nunca había sido infiel. Pero ahora, creía que ya era hora de soltar algunos sueños reprimidos de la adolescencia y comenzar a jugar un poco y el primer paso de ese "pequeño jueguito" era hallar a Miley, con la ayuda de Demetria.

Mientras tanto, Demetria leía con mucha atención las planillas que le había pasado Nicholas hace un rato atrás. Hay salían todos los datos de Nicholas: enemigos, alimentos, pasatiempos, datos simples y curiosos. En resumen salía todo sobre Nicholas.

Tan metida con la lectura, no alcanzó a mirar delante de ella y darse cuenta que iba a tropezarse con un compañero de trabajo. Pero al parecer no había sido totalmente su culpa, este otro chico también estaba algo distraído. Y al ser el cuerpo del chico el más pesado, cae encima de Demetria, demarrando todo el café que tenía entre dedos.

Demetria gritó del dolor a causa de la quemadura del café caliente. Ambos se dirigieron una mirada de odio y Demetria en menos de un segundo ya estaba corriendo lejos de aquel torpe muchacho que le derramó el café encima.

Decidió acelerar cada vez más para poder llegar luego al baño de mujeres y mojarse con agua helada la parte del pecho que le ardía con furor. Todo lo que pensaba ella era lo torpe que fue el chico, digo, sabía que había estado distraída pero hubiese sido menos notable que el de su distracción.

Se refrescó varios minutos con el agua, incluso alcanzó a arreglarse un poco pero en cuanto la idea de no tener la carpeta que le había entregado Nicholas no estaba alrededor. ¡¿CÓMO PUDO SER TAN TORPE COMO PARA OLVIDARSE DE LA CARPETA DE SU JEFE?!

Abrió los ojos como plato y salió rápidamente del baño, encontrándose con unos enormes ojos marrón delante de ella. Ojos que mostraban incredulidad y desafío. Tuvo que zafarse rápidamente de la presencia de ese chico para darse cuenta de quien se trataba. El imbécil que la quemó.

-¿Qué quieres?- preguntó molesta -¿Acaso piensas quemarme nuevamente o qué?- preguntó nuevamente con la misma molestia, cruzando los brazos.

-No, claro que no.- sonríe algo avergonzado y saca detrás de su espalda, la carpeta que Demetria creía perdida. -Creo que se te quedó esto.

La expresión de Demetria había cambiado de inmediato de ser molesta a ser agradecida. Le sonrío felizmente a este chico y le robó delicadamente la carpeta, sin dejar de mirar esos ojos marrón que ya le estaban fascinando. -Cielos... muchas gracias, no tengo idea de que hubiese pasado conmigo si la pierdo.- confesó apenada.

-Si ya me lo imagino.- contestó antes de comenzar a caminar juntos a través de los solitarios pasillos de la Empresa. -Así que eres la nueva consentida del jefe.- dijo en suspiros agotados.

-Si, soy su asistente.

-Wow... era de esperarse. No cualquiera logra ser la asistente de Nicholas, a no ser que le haya gustado y querido tenerla para él mismo.

-¿De qué hablas? Tengo un expediente impecablemente perfecto. No creo que él me quiera por belleza o algo parecido.

-Pues... considerate afortunada, pero te garantizo que de aquí a un mes, por lo menos habrá algún beso entre ambos.

-¿Por qué estás tan seguro?- preguntó curiosa.

-Porque llevo trabajando en este empresa 3 años y sé más o menos como funcionan las cosas aquí.

-Wow... y, ¿tú eres?

-Joseph Miller, pero me puedes llamar Joe.- contestó con una calurosa sonrisa sobre su rostro. -¿Y tú hermosa, cual es tu nombre?

-Me llamo Demetria Steven, pero mis cercanos me llaman Demi.- contestó devolviendole la sonrisa a Joe.

-Genial Demi, ¿te gustaría almorzar conmigo? Digo para enseñarte a mis amigos.

-Me gustaría pero el señor Nicholas...- contestó queriendo terminar la frase, pero viéndose interrumpida.

-Oye hasta el jefe debe respetar las horas de los trabajadores. Vamos, no seas aburrida.- le rogó, poniendo una divertida sonrisa.

Demetria rió un poco al ver los raros gestos que Joe le hacía, le hacían mucha gracia. -Está bien, vamos.- dijo finalmente, dirigiéndose hasta el casino, sin tener la menor sospecha que eran vigilados por alguien que se escondía entre las sombras. Nada más ni nada menos que Nicholas Alessandri.

Él lo había escuchado todo, con mucho recelo. Se estaba volviendo paranoico y muy celoso por la cercanía entre Joseph y Demetria. Se suponía que las mujeres de la oficina solo debían preocuparse por él, no por otro. Eso lo llenaba de enfado, pero en cuanto una loca idea se le cruzó en la mente, no dudó en hacerla realidad. Estaba apunto de romper la pequeña "amistad" de aquel par.

1 comentario:

  1. Creeme que yo tambien siento eso... Yo no kiero miles de comentarios pero al menos que se de su presencia leyendo mis capitulo, o en tu caso TUS capitulos u,u A mii me encanta escribir historias, me considero buena escritora, y no cabe duda de que tu eres una magnifica escritora, FELICIDADES(Y)No te preocupes que las lectoras fanaticas llegaran...Por cierto, me gustaria que leyeras mi Novela NILEY*-* "Despues de la tormenta" aqui te dejo el link http://novelaniley-despuesdelatormenta.blogspot.com/ si kieres le puedes hacer publicidad, porque asi como tu quieres lectoras, yo tambien(: Bye :*

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