domingo, 27 de febrero de 2011

One Shot Niley: "Desde siempre y por siempre" (1º Parte)



(Empieza Flashback)

-Te amo, desde siempre y por siempre
-Te amo, desde siempre y por siempre- ambos se sonríen y se besan dulcemente, disfrutando cada movimiento que hacían

(Fin Flashback)

Sonríe –Recuerdo esa foto, fue cuando ella y yo éramos felices… pero entonces… la tormenta empezó y rompió nuestro amor, nuestros sentimientos… Como quisiera volver a aquellos tiempos, en que todo era más fácil, solo nosotros, nada más… entonces los días oscuros empezaron, la tormenta acaba de iniciar… y no fuimos tan fuertes como para ganarle… y probar de que nosotros en verdad nos amábamos, que nuestro amor podría ganarle a cualquier cosa…

(Empieza Flashback)

-Entra enojada al cuarto –Cómo que te vas a ir de viaje?- arroja el pasaporte en la cama
-Se levanta –Puedo explicarlo…- avergonzado
-Así? Qué puedes explicarme?- empieza a llorar –Ya confiésamelo!! Ya no me amas…- se apreta la cabeza con ambas manos
-camina rápido con ella y le abraza fuerte –Amor, no digas eso… te amo más que a nada en el mundo…
- se separa bruscamente de él –NO MIENTAS!- suelta un grito desesperado –Desde que nos casamos ya nada es igual, siempre estás pendiente de los negocios, y siempre sales de viaje, nunca estamos juntos. O acaso no te acuerdas de la luna de miel?- le mira con odio, y con una tristeza oculta liberándose al fin –Cuando tuviste que hacer ese “Viaje de negocios?”- lanza comillas en aire
-baja la mirada avergonzado –Era importante…
-sonríe forzadamente, mientras se deslizaba una lagrima desde su hinchado ojo verde agua –Y yo no cierto…- casi susurrando
-apreta los puños, intentando no perder el control –Eres todo para mí…- apunto de perder el control
-MIENTES!!- vuelve a llorar desesperadamente –Qué me dices de aquella chica alta y delgada, rubia encima, que te susurraba algo en el oído, y lo hacía en un tono seductor? Tú solo sonreíste y se fueron de ahí, mientras yo me hacía la tonta y fingía que nada había pasado y veía las caras de lastima de todos tus invitados…- se acerca a él a golpearle en el pecho con mucha ira
-la separa bruscamente de él y la empuja hasta la cama, haciendo que Zoe quedará acostada sin escapatoria, mientras él le miraba con odio, y rencor –Te lo he dado TODO!! Maldita sea Zoe… te mantengo, te visto, te compro todas tus porquerías y te alimento, y dices que no te amo?!- le grita mientras golpea el velador que estaba a un lado de la cama- ve como Zoe se retuerce llorando –Sabes que siempre te he amado… que siempre…- interrumpido por su joven esposa
-Que siempre que?- le mira con desprecio, mientras se sienta en la cama –Yo dejé todo por ti!! Dejé mi sueño de estudiar medicina, solo por ti!!- detiene una lagrima que caía lentamente desde su ojo –Me prometiste que jamás me dejarías sola… y me dejas sola el día de luna de Miel!- se levanta y se acerca lentamente a él sin dejar de mirarle esos ojos negros que perdieron el brillo que tenía hace algunos años atrás – Ojalá nunca hubiese renunciado a todo por ti…
-le mira sin piedad –Así que eso piensas… bien!! Muy bien!!- se apega más a ella –Te pago el pasaje para que te devuelvas a Estados Unidos y cumplas tu estúpido sueño de estudiar medicina- le mira con odio a los ojos –Lamento el día en que nos casamos, Zoe Miller- se va rápido de ahí, dando un portazo
-se queda en shock, y cuando por fin reacciona, cae lentamente al piso y se pone a llorar desconsoladamente, abraza fuertemente sus piernas y hunde su cabeza a sus rodillas, mientras se pone a recordar todo lo sucedido

-Al día siguiente-

-Despierta lentamente, dando unos pestañazos antes de despertar completamente, atraviesa con su mano derecha algunos rulos castaños que estaban en su camino. Se pone a recordar en lo sucedido, y voltea a ver a su esposa, como de costumbre, pero se da cuenta que no está. Pestañea varias veces, y se levanta como loco a buscarla por todos lados, en cada rincón, hasta en el jardín que él mismo le permitió que decorara “A ella le encantaba decorar… y le encantaba la vida de campo…” recordaba mientras veía por cada rincón… Entró nuevamente a la mansión y ve una carta, encima de la mesa, sin pensarlo dos veces, va corriendo hacia ella y se pone a leerla:

Nate:

“Recuerdas aquellos tiempos? En que todo era más fácil? Cuando nos jurábamos amor eterno? Los recuerdas? Yo si, lo recuerdo cada momento en que derramo una lagrima pensando en ti, no es tu culpa que yo me haya enamorado de ti, el hombre más deseado del mundo, con su cuerpo perfecto, y sus rulos bien formados, sus hermosos labios, con los que yo soñaba que fueran solamente míos, de nadie más que solamente a mí me pertenecieran y esos preciados ojos negros que me invitaban al paraíso que me hacía suspirar enamorada, como una adolescente… inconscientemente dije que deje todo por ti, y en realidad fue por tu amor. Me dijiste que debías marchar, y fue entonces cuando me propusiste matrimonio. Era una chica inconsciente de lo que hacía, pero que aún así, sabía lo que sentía. Me puse a pensar en todo lo que ganaría y perdería estando a tu lado… y simplemente no me importó, solo quería tu amor… por lo menos mentirme a mi misma y sentir que tu amor, era solamente mío. Partimos a España, y todo estaba bien… nos sonreíamos enamorados, y nos besábamos, nos prometíamos amor eterno, y me prometiste que nunca me dejarías caer… y yo solo sonreí… fue entonces cuando todo empezó a salir mal… Las mentiras, las traiciones, las salidas, mi soledad… me llevaron a un punto de locura en que ya no se podía superar, porque… ya lo había perdido todo… solo quería tu amor… Debí haber imaginado, que un hombre bien formado, multimillonario y hermoso de 27 años jamás se enamoraría de una chica que no tiene un cuerpo modelo, que no le importa si le ven comiendo golosinas o frituras, que se crío pobre, y de las familias más pobres y sencillas que existían en Estados Unidos, de 18 años. Pero me sentía bien, mintiéndome a mi misma… cuando me besabas, cuando me abrazabas, cuando me hacías tuya, y decías que me amabas, y yo… simplemente lo creí. Lamento haberte quitado tiempo conmigo, espero que seas feliz. Estuve pensando en lo que me dijiste ayer en la noche, y te hice caso, tomé mis ahorros y fui a comprar mi pasaje para viajar a Estados Unidos. Quiero que seas feliz, y yo no te sirvo mucho para eso… olvida lo que ha pasado, y olvida a aquella torpe, e ilusa chica que estuvo por algún tiempo en tu vida… jamás fui lo suficientemente buena para ti, y jamás podré serlo. Perdón, pero jamás dejaré de amarte, y aunque me duela estar alejada de ti, es menos doloroso que estar los dos juntos… Nuestros momentos felices, los llevo en mi corazón, y no me arrepiento de haberlos vivido con el hombre que amo. Adiós, para siempre… Te amo, desde siempre y por siempre, Zoe Miller”

-Suelta la carta bruscamente, y busca con su mano el sillón que estaba detrás de él. Reposa su cuerpo encima del sillón y pone su mano en la barbilla –Por qué cree que no la amo?- repetía constantemente en susurro.
El día en que su madre preparó la cena del baile, que hacían cada año, celebrando la navidad, en un país diferente vio a una chica pequeña, no una modelo que digamos, pero era hermosa para él, estaba sola… se veía perdida. Aún recuerda como estaba vestida ese día, estaba con un vestido azul claro, que cubría solamente hasta las rodillas, unos zapatos, de tacón alto, que aún así no ocultaban lo baja que era, y su lindo peinado, era sencillo, solo lo planchó un poco y listo. Habían otras chicas en la fiesta, modelos, altas, hermosas, glamorosas, con unos pechos grandes, pero aquella niña pequeña, del vestido azul, era una diosa para él. Ambos se miraron a los ojos, y sintieron una conexión muy fuerte, ese fue el día en que se enamoraron.
Era cierto lo que había dicho. Él no fue precisamente el chico de los sueños de Zoe, se portó como un estúpido todo el tiempo en que se conocieron, empezando desde que le dijo que se iría a España, por un asunto de negocios, hasta la infidelidad que cometió hace un año atrás con una rubia, estaba enfermo de borracho y cayó en las redes de aquella mujer, ni siquiera le pidió perdón, él siguió con su vida como siempre. Solo quería trabajar y ganar mucho dinero para así garantizarle a Zoe la felicidad junto a él, solo le interesaba el dinero que jamás se le atravesó por la cabeza que ella en verdad no lo quería por su dinero, sino por su amor…. –Dios que idiota he sido- lo dijo con ira y pena a la vez, se dio cuenta que había perdido a la única mujer que había amado, a la única persona que necesitaba en cuerpo y alma, la única persona por la que él estaría dispuesto a dar la vida… se levanta bruscamente del sillón, se viste con lo primero que encuentra y se dirige hasta su auto –Dios, no la puedo perder, no quiero perderla… desesperado… pone en marcha el auto y se dirige hasta el aeropuerto

4 comentarios:

  1. aaaaawwwwww
    meee encaaantooo
    ojaala todavia la encuentreee
    espero pronto la proxima
    parte

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  2. Gracias!!! la verdad... no se como se me ocurrio... ahahah :P y si, aun debo escribirla, es ke aun no se ke acer ;P

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