“Los días pasaban y la tensión de Lisa aumentaba. Ya nada era tranquilo o confiable, y ya estaba apunto de perderlo todo. Ya había perdido a sus amigos, los ingratos eran amigos desde antes de Max así que por sobre todo lo escogieron; Ethan era la única persona confiable para ella. Parecía que cada mañana, el odio entre Lisa y Mariah aumentaba, y Max cada día más la decepcionada. Lisa se preguntaba cada día cómo era posible que él le creyera a una señora que recién conocía, y no a ella misma que la conocía desde más o menos un año. Las tardes que deberían ser felices, llenas de romance, amistad, chismes y risas… habían cambiado rotundamente por tardes de melancolía, confusión e ira. Lisa ya no era la misma, había cambiado de ser un ser dulce y apasionado a ser un ser frío y desconfiado…”
-Lisa…- pronuncia su nombre la única persona que la ha acompañado todo este tiempo, en un tono de compasión y amor. –Lisa, debemos irnos.
-Claro…- dice sin animo alguno a su mejor amigo –No sé cuánto tiempo aguantaré el tener que ver todas esas miradas acusadoras sobre mí, en verdad no lo sé…- baja la mirada apunto de desbordar sus lagrimas.
-Ven aquí- la toma en sus brazos y la apreta hacia él, abrazándola en un cálido acto de amor y amistad –Siempre estaré para ti, y conmigo a tu lado, sabes que jamás podrán hacerte daño. Yo siempre te protegeré, lo prometo.
-Lo sé Ethan, siempre me haz demostrado tu amor y lealtad, es por eso que te confío hasta mi vida. Gente como tú, ya no hay por aquí.
-Me halagas- sonríe dulcemente y se acerca hasta la oreja derecha de Lisa, y la besa. –Ven- dijo apoderándose del brazo de Lisa, caminando lejos de ahí –Sé que es difícil, porque sé que aún quieres a Max, pero si algo me enseñó mi mamá es nunca dejarse caer por alguien más.
-Es muy sabia tu mamá, nunca la conocí…- dijo algo culpable e incómoda.
-Ella murió hace muchos años atrás, me tuvo a una edad tardísima y luego de que me parió, tuvo problemas cardiacos. Finalmente el destino me la arrebató.
-Lo lamento mucho… enserio- suspira -¿Y qué con tu papá?
-Papá es lo único que me queda, él es mi ejemplo a seguir. Siempre me apoyó en todo y cada noche velaba mi sueño para así levantarme cada día con las fuerzas necesarias para seguir con el día a día.
-Por lo menos ya sabemos de dónde sacaste la dulzura- sonríe reconfortantemente, traspasando su energía al corazón de Ethan.
-Cambiando de tema, ¿qué harás con Mariah?
-No tengo idea, me prometí que no me dejaría vencer por esa… desgraciada, pero finalmente me está venciendo.- derrama algunas lagrimas y se lanza contra Ethan en un acto desesperado, llorando desesperadamente –No sé qué más puede hacer contra mí, Ethan, tengo miedo. ¿Y si lo último que me borrase fueras tú? No sé si lo soportaré… o si se mete con mi futuro. He soñado con Harvard toda una vida…- dijo temerosa.
-Ni idea, tú eres la de las ideas, yo solo te sigo adonde sea que vayas.
-Bien… no se me ocurre nada…- dijo frustrada. –Bien… no importa, supongo. Ahora estoy obligada a soportar este maldito día…- entran a la preparatoria de la mano. Voltea a mirarlo a los ojos -¿Te veo luego?
-¡Seguro! Estaré en la sala de computación por si me buscas- se agacha un poco y besa la mejilla de Lisa. Camina un poco, dejando delicadamente la mano de esta –Cuídate.- se aleja rápidamente sin mirar atrás.
Lisa POV:
“Tapé mi cabeza con el gorro que traía mi chaqueta verde oscuro y me puse los lentes aviadores que tanto me gustaban para no llamar la atención. Apreté el libro que traía en las manos más hacia mi pecho, y caminé boca abajo todo el tiempo. Me dirigí hasta mi casillero y guardé unas cosas dentro de ella. En cuanto lo cerré, mi corazón comenzó a latir mil por hora a causa de lo que mis pupilas me mostraban. Max estaba frente a mí, descifrándome a través de los lentes verdes. Decidí obligar a mi corazón calmarse y quitarme los lentes para demostrarle a él y a mí misma que ya no guardaba rencor. Mis ojos se turnaron a ser fríos y serios por él, y aunque lo intentará no podía lograr el coraje que esperaba”
-¿Se te ofrece algo? ¿Acaso me dirás más cosas para dañar mi salud mental? Si es así, te digo que ya estoy harta- caminé unos cuantos pasos y sentí una fuerte mano sobre mi muñeca, haciendo que mi ser interior se derrumbase y que mi yo externo se quedara –Ok, ya dime qué pasa… pero que sea rápido, estoy apurada.
-No estoy de acuerdo con lo que pienses de Mariah, es una buena chica y es mi novia; pero tampoco estoy de acuerdo en perderte, eres gran parte de mí.
-¿Y tú qué propones?
-Propongo que nos olvidemos de todo, y que volvamos a ser amigos- ofrece su mano respetuosamente.
“Me quedé en blanco por un momento, no quise ser mala persona, pero ya eso qué importaba… después de todo, ya todos me conocían como la villana de la historia. Suspiré por un rato y lo miré seria, pero sin rencor”
-No quiero ser tu amiga, y la verdad estaba mucho mejor estando lejos de ti- sin que él pudiese decir media palabra, me marché rápido de aquella zona de la preparatoria. En algún principio me dolió el rechazo, pero sabía que era mejor estar solo que mal acompañado, para mi suerte, no estaba sola… tenía a Ethan de mi lado.
“El día había sido normal… Ethan me fue a dejar a casa y rápidamente se fue. Mientras hacía mis deberes, vi de reojo la ventana y vi que otro hombre, esta vez un rubio y de estatura bastante encantadora; entraba a la casa de Mariah. Bajé las escaleras y pude mejor por las ventanas. Vi como Mariah lo increpaba entre sus brazos y le plantaba un enorme beso apasionado, fue ahí donde cerró las ventanas. Lo único que se me ocurrió hacer fue llamar a Max para decirle…”
-¿Hola?
-¡Max! ¡Soy yo, Lisa!
-Ah… hola- lo escuché un poco, fastidiado -¿Qué pasa?
-Vi a Mariah por la ventana con otro hombre, besándose.
-Lisa por favor, deja atrás el odio y los celos. Sé que aún me amas, pero yo amo a Mariah y no importa lo que digas, yo le creeré 100% a ella, porque ella es mi novia ahora.
-Pero…- él imbécil me había cortado y no pude decirle nada más.
“Me sentí tan… triste, nadie me creía, nadie. Todos creían que yo era la arrastrada enamorada de Max, cuando no era así. Lo peor de todo es que en cada intento que hacía por demostrarles a los demás que Mariah era la antagonista de la historia y no yo, más me humillaba. En fin… suspiré por un largo rato y luego fui a la cocina a prepararme un chocolate caliente con un postre de frutillas con crema, me senté en el sofá y encendí la televisión. Al fin disfrutaba del momento en que veía la tele, pero justo alguien golpea la puerta. Por un momento pensé que sería mamá, pero después me di cuenta que era muy temprano en comparación a la hora que ella llegaba; así que luego pensé que sería Ethan, porque se le quedó aquí el teléfono; pero no… era la maldita de Mariah”
-¿Qué quieres?- le pregunté con todo el odio que tenía.
-Nada es solo…- dirige la mirada hasta mi panza –Vaya… si que estás volviendo por tu niñez, ¿no?
Me cerré la bata y me abracé a mí misma, tapándole la visión a mi panza y volví a insistir -¿Qué quieres?
-Nada, solo quería venir a saludar a una vieja amiga.
-Pff… ¿amigas? ¿Nosotras? ¡Si pudiera tener la oportunidad de empujarte a un precipicio, no dudes en que lo haría!
-Ok… vine a decirte que luces patética reclamándole a Max que te crea.
La miré enojada, pero esta vez, apunto de derrumbarme -¿Disfrutas ser una maldita perra, no?
-La verdad, esa es la forma en la que he llegado en dónde estoy.
-Algún día me las pagarás todas y desearás nunca haberme hecho sufrir.
-Si claro…- lo dijo sin mucha importancia –Por cierto, el chico que acabas de ver que estaba conmigo se llama Lucas.- dijo riéndose, y al fin yéndose.
-Qué maldita esa…- reclamaba sola, reprimiendo toda clase de desastre. Finalmente me eché otra vez en mi cama, y dormí por un rato. Cuando desperté, me sorprendí al ver a mi mamá acostada a un lado mío, sonreí al verla cerca de mí y la tapé con la manta que tenía debajo de mis pies. Bajé al comedor y me hice unas papas fritas. Me encargue de ponerles Kétchup encima y fui a ver la Tv a comerlas en compañía, pero entonces… pase por un vidrio que mostraba mi reflejo. Vi claramente como había subido de peso, todo lo que comía eran golosinas y grasas… me estaba convirtiendo en lo que antes fui, una maldita obesa. Fui al baño y me impregné el anular en la garganta, haciendo que vomitase. Me sentí mal al principio, pero el malestar se fue rápido. Me mantuve despierta hasta no sé qué hora, el punto es que cuando me desperté ya se veía claramente el sol, eso significaba que ya llegaba tarde. Fui hasta la preparatoria, y todos entraban, pude mezclarme entre la multitud y logré pasar de ser percibida. Me junté con Ethan y paseamos por cada esquina de la preparatoria, hablando sobre distintas cosas…
-Te juro que no sé cómo, pero cada día esa mujer hace que la odie más…- dije enojada.
-No dejes que esa inepta robe todo lo bueno de ti, sino, dejarías que ella ganara finalmente.
-Lo sé, es solo que… cada vez que la veo siempre me dan ganas de golpearla.
-Ok, cambiemos de tema… tengo algo que decirte- dijo algo nervioso, agarrándose un mechón que caía en su frente.
-Ok, dime- sonreí a gusto para que él se sintiera a gusto al decírmelo.
-Yo… quiero decirte que…- me mira por un rato a los ojos, y cuando abre la boca, justo, suena el timbre de entrada –Olvídalo, ya no importa…- se afirma de su mochila y da media vuelta para alejarse.
-¡Ethan!- le grité y corrí hasta él –Vamos, dime… estuviste apunto de decírmelo.
-No ya no importa, aparte… ya tocaron el timbre de campana.
-Hay por favor… un castigo más, un castigo menos ¿qué más da?
-Bien… te iba a decir que hoy en la noche mi papá quiere conocerte. ¿Puedes ir?
-¡Claro! ¿Ves? No era tan malo- sonreí y me fui de ahí.
“Cuando salimos de la escuela, me fui con Ethan hasta el parque de diversiones. Estuvimos ahí por unas dos horas, pero lo pasamos excelente, en verdad, él es tan… único en su clase. Sé que con él puedo hablar de todo, hasta de cosas que jamás pude hablar con mis amigas anteriores.”
-Ethan… ¿puedo hacerte una pregunta? Pero necesito que me contestes con la verdad.- dije seria.
-Bien, suéltalo- contestó animado.
-En este último tiempo, ¿me encuentras diferente?
-Pues… cuando te han hecho tanta maldad, te conviertes en lo que quieres destruir.
-Dices que… he sido mala ahora. Lo entiendo, está bien.
-Prefiero al cambio en que te haz sometido en vez de ser como Mariah.
-Gracias…
-Además, obvio que te ayudaré en tu pequeña venganza.
-¿Sabes? Algunas veces pienso que es mejor dejar las cosas como están en vez de hacer algo al respecto.
-No Lisa, por favor no te des por vencida cuando estamos tan cerca.
En ese segundo abrí los ojos como plato y una sonrisa maléfica salió de repente –Cerca ¡eso es! Todo lo que debemos hacer es quedarnos cerca.- cogí la mano de Ethan y comenzamos a correr rápido.
-¿Qué? ¡No entiendo nada de esto!
-Solo sígueme, luego te lo digo todo- y seguimos corriendo hasta la casa de Ethan. Sin dejar de tomar su mano. Tenía una gran idea, y esta vez no sería tan así como venganza, tantas conversaciones con Ethan me habían enseñado algo, la venganza nunca es buena. Digo… siempre decíamos que nos vengaríamos de Mariah, pero jamás lo decíamos enserio; aunque siempre quisimos verla sufrir, nunca quisimos ser los responsables. Pero esta vez no haría nada en su contra, solo que… me encargaría de hacerla aprender la lección. Yo no hago venganzas, pero hago algo mucho mejor que eso. Nos detuvimos en la esquina de una casa grande y muy hermosa, y antes de que hablásemos, nos encargamos primero de recobrar el aliento.
-¿Y bien…?- pregunte Ethan, curioso.
-Bien, yo planeaba en…
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Chicas, espero que les guste esta parte de la Movie, no sé si está muy buena, pero... pff la próxima parte estará genial, lo juro ;)
OMG!!! me encanto chica, ya quiero ver que trama Lisa, y por favor que no se haga bulimica!!!! D: sube el siguiente pronto!!! =)
ResponderEliminarAiii muchas gracias :) no no te preocupes, intentare acer las series lo menos depresivas posible xD Gracias por el comentario :)
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