Miley Cyrus como Rossie Falcon
Nick Jonas como James Symons
Rossie POV:
“Hoy era un día muy especial para mí, todos me felicitaban y parecía que ahora recién les empezaba a importar, ya que antes de esto, parecía que nadie valorara mi talento, pero en fin… mi sueño al fin se había cumplido, era una famosa actriz de la Televisión mejicana, aparte de eso, hoy era mi cumpleaños número 21. Me había costado mucho esfuerzo llegar hasta donde estaba, y había hecho cosas de las que no me enorgullezco, pero que si debían hacerse para lograr mi objetivo. La telenovela “El amor no se paga con dinero” ha estado en el aire durante 3 meses, y siempre ganaba un lugar importante y especial al momento de la competencia entre canales por los televidentes, había sido difícil de grabar por un lado, ya que en ciertas partes me tocaba hacer de desnudos, y mi familia no se alegraba de eso. De todas las cosas que tuve que dejar atrás para cumplir este valioso sueño, creo que lo que más extraño es a mi novio, perdón, ex novio, James. Él había sido mi primer amor, nos conocíamos desde que yo tenía 15 y desde ese momento nos habíamos enamorado entre sí, fue algo así como un enamoramiento espontáneo, recuerdo exactamente como sucedió…
Había sido un pésimo día para mí, todo salía mal, aunque intentase que siquiera algo bien me saliera, nada funcionaba. Me había quedado dormida y llegaba tarde a clases; el autobús me había dejado y tuve que llegar a la preparatoria corriendo; mi profesora de matemáticas me gritó por no haber entregado el trabajo a tiempo; vi al chico que me gustaba desde años, besándose con mi mejor amiga, ni pregunten cuánto lloré; luego otro profesor, que ni conocía, me pidió llevar un computador a la sala de clases, le rogué que se lo pidiera a otro ya que si lo hacía, de nuevo me dejaría el autobús, pero no lo pude convencer, y como era de esperarse, me dejó el autobús. Estaba enojada con todo, estaba rabiosa y no quería saber de nada ni de nadie. Para sacar el enojo en mí, golpee fuertemente una lata de sopa, y sin querer, golpee a un auto; el conductor me gritó cosas terribles, dejándome más triste y enojada que antes. Lo único que quería era llorar, y perderme de este mundo. Como iba tan distraída con mis pensamientos, no sabía qué hacía hasta que vi el nombre de una calle, creo que se llamaba Libertad o Libertadores, algo así, el punto era que no conocía esa calle. Miré alrededor y el sector se notaba que no era muy bueno, aparte de eso, parecía un sector fantasma. Finalmente, la pena me venció, mis lágrimas brotaron de la nada y simplemente las dejé caer. Por lo general, soy de esas personas que aunque estén llenas de pena, las guarda hasta el final, pero finalmente, estallé. Me senté en la acera y abracé mis piernas; nuevamente, distraída con mis pensamientos, escuché el sonido de una bocina. Levanté la cabeza, cautelosa, y vi un auto viejo y apunto de echarse a pedazos, conducido por un joven guapo, de aspecto pobre, pero de una hermosa cabellera rizada castaña. Recuerdo exactamente lo que dijo…”
-¡Hey! ¿Qué te pasó?- gritó curioso desde el auto.
“Quise dejarlo como bajo perfil y no hacerle caso, pero mi corazón me decía que no podía quedarme sin responderle. ¿Sería lo correcto? ¿Estaría mal? No lo sabía, y la verdad me importaba poco, después de todo era una adolescente, vivía cometiendo errores para poder aprender de ellos.”
Me levanté lentamente, y le miré rudamente a sus ojos castaños –Me perdí.
El chico primero que nada, me miró extrañado y de la nada, comenzó a reír. Mis mejillas se turnaron rojas como tomate, y él se había dado cuenta de eso. Tomé mi bolso rápidamente y molesta, por supuesto, y di unos cuantos pasos para alejarme de tal grotesco muchacho. Fue entonces cuando sentí la presencia del mismo auto, al lado de mí. Voltee molesta, cruzando los brazos, y decidí gritarle. -¿Qué quieres? Si quieres pasar un buen momento, existen bares y circos.- le contesté rabiosa.
El chico me miró algo avergonzado, lo supe por el rubor de sus mejillas blancas como la nieve. Bajó las ventanas y volvió a gritarme –Lo lamento… es solo que, es raro ver a una chica por estos sectores, siendo tan difícil de llegar aquí.
-¿De qué hablas?- pregunté ingenua, pero conservando la guardia. Vi al chico, volver a subir las ventanas, por un momento me enfadé, porque pensé que me dejaría con las palabras en el aire, claramente estaba equivocada. Se bajó del auto y pude apreciar su estatura, que era muy complaciente. En comparación a mí, parecía un rascacielos, algo que siempre me había gustado en los hombres, no medía menos de 1.75 y yo tan solo medía 1.57 algo que de alguna forma me gustaba sobre él. Se acercó de una forma peligrosa hasta mí y yo solo contuve mi respiración y me quedé ahí, sin dejar de mirarlo a los ojos. -¿Qué quisiste decir?- pregunté vagamente.
-Escucha, este no es un buen sector para niñas como tú.
-No soy una niña, tengo 15.
-Osea, una niña.
Hice una pataleta mucho más enojada que antes y le miré a los ojos nuevamente -¡Que no soy una niña!
El chico volvió a reírse, no sé cómo, pero su risa me había cautivado completamente. Relajé mi rostro y saqué una pequeña sonrisa, apenas cuando él se dio cuenta de que yo sonreía, paró de reírse y me miró confundido. Abrí la boca y le pregunté qué sucedía, él me devolvió la sonrisa y contestó finalmente –Que linda sonrisa tienes.- Acabé por sonrojarme y esta vez ambos sonreímos. Nos sentamos en la vereda y di un largo suspiro, volví a verlo, esta vez seria –Enserio, quiero saber qué sucede en este sector.
-Es algo complicado, la mayoría de los habitantes de aquí, se dedican a… un negocio no muy bien mirado.
-No entiendo…- contesté ingenua.
-Aquí se venden drogas de todo tipo, se almacena y se vende. A no ser que quieras comprar drogas, no creo que este sea un lugar bueno para ti.
-Wow…- suspiré –Creo que… soy una tonta- reí avergonzada.
-¿Cómo fue que llegaste aquí?
-Estaba distraída. Este fue uno de mis peores días.
-¿Por qué creo que esto es culpa de un chico?
-En parte, pero no totalmente- bajé la mirada, triste –Vi al chico que amaba desde 3º grado besándose con mi mejor amiga.
-Qué suerte- miró su reloj como si nada. Yo en cambio lo miré enojada y confundida.
-¿Suerte? ¿Ver a tu mejor amiga con el chico que amas besándose es suerte? Lo lamento, pero creo que no pensamos igual- contesté molesta.
-Entiendo que te haya dolido, y está bien, es solo que… donde yo he tenido más experiencias en el amor, sé que es mejor liberarse de esa persona que aunque ames desesperadamente, siempre te traerá dolor. Espero que ahora no lo sigas queriendo después de que lo viste con tu mejor amiga, sino es así, significa que estás dispuesta a siempre sufrir por alguien que no te merece.
“Miré perdida a lo que me rodeaba, tenía razón. Pensé en todas las veces que había fantaseado con él, y todas las veces que imaginaba que algún día sería la señora de él. Todos los días soñaba con la noche en que me besó la primera vez. Era una noche de agosto, y hacía mucho frío; todos los chicos de nuestro salón fueron a una sala de juegos, y estuvimos ahí por un rato. Unos se quedaban jugando a cosas de electrónica, otros a deportes clásicos como el fútbol, mientras que yo, me había quedado apartada de todo. Estaba con mi mejor amiga, charlando, fue entonces que ella me dijo que Jacob, el chico que me gusta, se acercaba. Me dejó sola, y yo intenté relajar mi rostro, me dolían las mejillas tan solo por la emoción. Él llegó hasta mí y comentó lo linda que estaba la noche, dejó su mano sobre la mía y me besó sin pleno aviso. No podía cerrar los ojos, la emoción no me dejaba hacerlo. Yo solía pensar que el primer beso sería algo hermoso, y romántico, pero no sé si fui yo la muy sensible o él, el muy bruto; pero mi primer beso no fue lo que yo quería, no sentí el escalofrío de amor y locura dentro de mí, solo sentía un deseo frustrado. Después del beso, yo le sonreí enamorada y él todo lo que me dio fue la espalda. Al día siguiente llegué a la escuela y lo busqué por todos lados, pero él me evadía. Fue la primera vez que me sentí tan pisoteada y usada, bueno… yo aún así lo seguía amando y, al fin y al cabo obtuve mi primer beso a los 8. Todos estos años lo veía a escondidas crecer, y parecía que yo era invisible para él, me dolía pero yo aún lo amaba. Ahora que este chico me acaba de conocer, creo que había perdido gran parte de mi vida por una torpe obsesión”
-Tienes razón- contesté finalmente.
-Como siempre- se levantó del suelo, y él muy educadamente me ofrece su mano para levantarme. Quedamos a desnivel, y ahora que estábamos más cerca, parecía mucho más alto, eso me inquietaba.
-Por lo menos ahora entiendo por qué nunca le gusté- dije franca.
-¿Qué? ¿De qué hablas?
-Mírame, no tengo el cuerpo de modelo y uso unos torpes lentes.
-Eso no es cierto. Eres hermosa- me sonrojé y sin poder decir nada, él se me acercó más y quitó mis lentes –Tienes unos hermosos ojos verdes, acompañado de unos cabellos rubios bien tratados, y un cuerpo normal. ¿Qué más quieres? Cualquier chica quisiera estar en tus zapatos, si quieres que alguien te ame, debes empezar por ti misma.
-¿Acaso eres poeta o qué?
-Ya te dije que todo lo que digo es cierto.- se acerca hasta su auto y voltea a verme nuevamente -¿Quieres que te deje a tu casa?
-Eh… ¡Claro!- contesté animada. Aprecié cada detalle del auto y me encantó el diseño de este; era un clásico auto de los 90’ El chico se sentó a mi lado y puso en marcha el auto. No conversamos por un largo rato, hasta que yo inicié la conversación –Que lindo es tu auto, es un clásico Nissan de los 90’ modelo 360, creo que reluciría más si lo lavaras de vez en cuando- dije en un tono de broma.
-¿Cómo sabes tanto de autos?
-Mi padre es mecánico, y tenía que aprender de autos o ir a clases de Ballet.
-Creo que… me estás simpatizando- dijo amigablemente.
-Oye, no sé tu nombre- dije apenada.
-Me llamo James Symons, a tu servicio. ¿Y tú?
-Rossie Falcon, es todo un placer- dibujé una pequeña sonrisa en mi rostro y seguimos hablando -¿En qué grado vas?
-De hecho... yo ya salí de la escuela.
-Oh…- el pánico volvió hacia mí, pero de alguna forma, rápidamente se me quitó. -¿Entonces cuántos años tienes?
-Tengo 19, no me creas un viejo, hace apenas un año salí de la escuela.
-Está bien.
-Y tú tienes 15…
-¿Cómo sabes eso?- pregunté confundida.
-Porque… tú me lo dijiste, ¿recuerdas o sufres del olvido?
-No, lo siento… aún estoy distraída.
“Entonces, antes de que me diera cuenta, ya habíamos llegado a mi calle. James apagó la radio y me dejó a unas cuantas casas antes de la mía. Fue entonces cuando repasé lo que debía hacer, y nuevamente me sentí como un bebé aislado sin las indicaciones que debía seguir”
-¿Volveré a verte?- pregunté alarmada, rogando con que la respuesta fuera un sí.
-No creo que el destino nos tenga separados por un largo tiempo. Pero hasta entonces… vamos a tener que fingir que no nos conocemos, ¿está claro?
-Está bien…- no entendía por qué me decía eso, y en verdad me dolía mucho, pero no podría humillarme frente a alguien que conocía hace poco. Suspiré triste y abrí la puerta del auto –Fue un gusto haberte conocido.- contesté cortante.
-Lo mismo digo- me respondió con el mismo sentimiento, y puso nuevamente en marcha su auto. Observé como se iba alejando cada vez más, hasta que desapareció de vista. Sentí un raro vacío en mi interior y sentí serias ganas de llorar como nunca antes. ¿Sería que me había acostumbrado a él? ¿Cómo era posible si recién hoy lo había conocido? Cada pregunta que me hacía, sonaba tan vaga que cada vez la respuesta parecía esconderse más en el fondo de la oscuridad.
“Caminé hasta mi casa y me preparé para uno de los gritos de mi madre de por qué venía llegando a esas horas de la noche, si se suponía que yo salía a las 2:30 Pm y ya eran las 8:00 Pm, en verdad se había pasado rápido el tiempo. Me dirigí al baño y tomé una relajante ducha. Cepillé mi cabello y me puse el pijama, miré caer el anochecer bajo su misericordia. Miré el collar que llevaba mi nombre y lo rompí, no sé porqué, simplemente lo hice. Sin darme cuenta, ya había entrado al único lugar donde podía vivir mis más grandes fantasías, mis sueños…
Los siguientes días en la escuela fueron tensos, no volví a hablarle a la que yo creía mi mejor amiga y me sentía libre, porque aunque fuera difícil de aceptar, era mejor estar solo que mal acompañado. Esos días fueron difíciles de seguir pero mi esperanza siempre me mantuvo de pie, ahora solo me preocupaba de que me fuera bien en la escuela e ir a la universidad lo antes posible. A los dos meses después, aún recordaba a James, y me daba cuenta que necesitaba su compañía, era la primera vez que me sentía tan gusto conversando con él, siendo yo misma. Tontamente había intentado muchas veces poder verlo en el mismo lugar donde nos encontramos la primera vez, pero fracasaba en el intento. Pero se presentó un día que todos salimos temprano y sin dudarlo, volví al callejón donde conocí a James. Pasaron horas y no pasaba nada, di un largo suspiro y me levanté de la vereda, pero entonces, algo se había presentado. Varios autos se presentaron frente a mí, como una caravana, y comenzaban a acercarse cada vez más. Eran hombres de distintas edades, desde los 16 hasta los 30, y comenzaban a gritarme cosas, así como Hey mi amor, dame unas cuantas y cosas asquerosas como esas, estaba asustada. Fue cuando un chico de más o menos 18 años se acercó a mí, con una sonrisa burlesca y lujuriosa. Me aprisionó hasta la pared de a finales del callejón, y comenzamos la charla…”
-¿Qué quieres de mí?- pregunté tartamudeando con un claro sentimiento de temor.
-¿Qué? ¿Acaso la muñequita tiene miedo?- rió burlescamente, entonces me tomó forzosamente de la cintura y comenzó a respirar sobre mi boca. Sus asquerosos labios apretaban los míos sin un rasgo de compasión, solo de deseo. Cuando comenzó a subir mi falda, comencé a gritar dentro de su boca, pidiendo que por favor alguien me ayudara, pero nadie lo hacía. El joven me elevó hasta el cielo y apretó su miembro hacia el mío. Cuando ya me veía perdida, el sucio auto que vi por primera vez por estos sectores, apareció en la escena del crimen.
James bajó del auto y miró furioso al que trataba de forzarme por obtener mi amor en un acto despiadado. Se acercó peligrosamente hasta él, y yo, aprovechando de que aflojó sus brazos, corrí lejos, pero sin perder la audición de lo que sucedía, escuché a James gritar -¿Qué creías que hacías?- preguntó exaltado.
-Hermano… ¿sabes hace cuánto tiempo no lo hacía?
-Para eso hay burlesques.
-La chica era linda, no la iba a dejar ir.- le dio una señal a James, que él creía que yo no entendería, pero provocó lo contrario –Lo lamento James, no sabía que ella era tuya.
“Con tales palabras, mi corazón se detuvo. Todo lo que escuchaba tanto dentro como fuera de mí, era un implacable Qué. Rápidamente volví a ver a James, para ver su reacción.”
-Claro que es mía, y no quiero que te vuelvas a acercar a ella. ¿Está claro?- mira seriamente al joven y rápidamente camina hacia mí, tomando mi mano. –Váyanse de aquí, ¡Ahora!
“Todos corrían rápidamente hacia sus autos, poniéndolos en marcha muy urgidos, como si, le guardaran mucho rencor y miedo a James. Lo último que recuerdo haber visto, fue al que intentó forzarme a hacerlas, lanzando un vil y asqueroso beso a distancia. Levanté la mirada hacia los ojos marrón de James, mirándolo con un cierto grado de confusión.”
-¿Por qué dijiste eso?- pregunté curiosa.
-Oh lo lamento, ¿acaso querías que el imbécil ese te poseyera?- pregunta furioso –Lo lamento, será la última vez que te ayude- suelta mi mano con una decepción inmensa, algo que me dolió en el fondo de mi corazón.
“Me acerqué más a él; esta vez con temor pero con mucha seguridad. Ya me imaginaba que él me devolvería otro grito, pero… claramente estuve equivocada”
-Claro que no… es solo que…- ese segundo me quedé sin palabras, no sabía qué decir. Raramente, estaba preparada para otra humillación.
-Ven…- me invitó amigablemente hasta la vereda; sucia y solitaria donde él habitualmente se sentaba. Lo miré curiosa, intentando entrar más allá de lo interior, quería llegar hasta su corazón e imaginar que él no se había olvidado de mí. –Tú no sabes todo de mí; de hecho, no sabes nada de mí. –Cuando dijo eso, mi cabeza decía que era tiempo de despedirme de él, pero mi corazón me decía que me quedara ahí. Después de todo, ya me importaba poco lo que sucediera conmigo.
-¿Qué es lo que tanto guardas que te pone tan… en guardia?- pregunté ingenuamente.
-Prométeme que si te cuento, jamás te irás de mi lado y me entenderás hasta en lo más tonto.- Asentí con la cabeza con una seguridad enorme tanto interna como externa. Tan solo por impulso, se me ocurrió abrazarlo, sin embargo, planeaba quitarme de inmediato, pero él recibió mi abrazo con tanto amor, que nos mantuvimos así por unos minutos.
-Ok, quiero escucharte, prometo que jamás me iré de tu lado.- sonreí para darle más comodidad a la situación.
-Bien… los tipos que viste hace un rato, son mis amigos.- Quise hacerle miles de preguntas, pero él prosiguió, como si supiera que yo en algún momento lo iba a interrumpir –De hecho, no lo son; son solo unos compañeros de trabajo, odio a la gente así. Verás… yo tuve a una hermana mayor, y ella me dejó de lado por culpa de uno de esos tipos; ella fue como mi madre por mucho tiempo, pero entonces llegó ese tipo y la robó de mi lado. Necesitaba dinero para comer y para seguir estudiando, así que me dediqué a vender… ya sabes.
-Drogas.- contesté cortante.
-Si… cuando te echan abruptamente del mundo que solías conocer, tienes tan solo 2 opciones: Sobrevivir, sea como sea; o dejar que te coman. Yo escogí sobrevivir.- Silencia un poco y toma un largo suspiro –Fue un error que tú vinieras hasta aquí, no es seguro.
-Lo lamento, pero tú me habías prometido que esa no sería la última vez que nos veríamos.
-Entonces, ¿querías verme?- pregunta entusiasmado.
-Era lo que más quería en el mundo. Cuando hablamos, sentí que finalmente alguien me podía escuchar, sin importar lo tonto que fuese. Yo sabía que podía confiar contigo.
-Me halagas.- dibuja una sonrisa complaciente en su hermoso rostro color del rayo de sol. Ambos nos levantamos de la vereda y nos miramos fijamente –Creo que fue un error haberte evitado; aunque suene tonto, también necesito de alguien que me escuche.
-Exacto… Pero quiero verte más seguido para no sentirme tan perdida y tonta. ¿Bien?
-Lo que digas.- entramos a su auto y comenzamos a escuchar música.
“El tiempo después fue excelente ya que lo pude ver más seguido y ahora nos tratábamos de maravillas, éramos algo así como los mejores amigos. Lo obligué a que cambiara de trabajo, y él, el muy complaciente, me hizo caso. Un tiempito más y había llegado mi cumpleaños número 16, fui temprano hasta su trabajo para que el primero que me saludase fuera él, no quería a nadie más, solo a él. Pero lo que había visto en ese maldito día, cambió el punto de vista que tenía de él. Llegué a la escuela sin llamar la atención de nadie. Muchos me saludaron y yo fingí una cálida sonrisa, pero mi corazón era frío. ¿Cómo se suponía que iba a seguir después de lo que había visto? No quería nada, solo ver a mi cuerpo enterrado en su tumba. No entendía por qué me dolía tanto, esa no era la primera vez que alguien me decepcionaba tanto, sin embargo, me llegó muy profundamente. Horas más tarde, mi mamá me preparó una rica cena con un pastel, todos en familia. Me retiré temprano de la mesa y fui a acostarme para poder meditar todo lo que debía hacer el día siguiente, y el siguiente, y el siguiente… fue entonces cuando escuché el dulce y amargo sonido de una moto. Quise ignorarla, pero cada vez metía más ruido. Furiosa me posicione delante de la ventana para mandarlo al diablo, pero ahí estaba James, no podía mandarlo al diablo ni aunque quisiese.”
-¡¿Qué haces aquí?!- pregunté a través de señas.
-¡Baja!- gritó el muy tonto. Me puse una chaqueta y mis viejos zapatos. Fui hasta el espejo y me peiné solo un poco. Quería estar lo más desastrosa posible frente a él. Entonces bajé cuidadosamente y en una de esas, bajando de la sabana, casi resbalo, pero ahí caí encima de James. Ambos reímos y lo ayudé a levantarse. –Lo siento… sabes qué, la verdad no.- Dije enojada.
-¿Qué sucede?
-Nada, solo que…- la ira se apoderó de mí y estallé como una bomba en guerra. -¡Te vi con esa chica rubia besándose!- tapé inmediatamente mi boca, abriendo los ojos de par en par. Vi como James me miró serio.
-Fue un error haber venido aquí, lo siento… y feliz cumpleaños.- Se había dado la vuelta y ya había dado unos pasos. Estaba confundida, no sabía si ir con él o quedarme ahí; no sabía si yo era la culpable o lo era él; no sabía si yo era muy sensible, o si él era un… ¡tonto! Algo tenía claro, no quería alejarme de él, no podría, ni aunque quisiese. Así que corrí hacia él y grité su nombre; en cuanto él volteó a verme, me lancé encima de él e impregné mis labios sobre los suyos, fue un impulso, pero fue el impulso que abrió mis ojos.
“Mi corazón se detuvo en cuanto hice lo que hice, ya que él mantenía sus ojos abiertos y sus labios fríos de la impresión, sin embargo, yo seguí. A los segundos después, James reaccionó y apretó mi cintura más hacia él y cerró sus ojos por fin involucrándose a tal acto. Nos levantamos de la acera sin despegarnos de nuestro beso y con los minutos cada vez más se volvía más apasionado. Nunca me sentí tan aceptada en la vida, y la entrada a su cálida boca me hacía sentir como si estuviera a pasos del cielo. Todo era perfecto, fue como si su boca y la mía hubiesen sido diseñadas para reencontrarse en esta vida. Lo recuerdo todo demasiado bien; yo acariciaba su mejilla derecha con mi pulgar izquierdo y él apretaba más y más mi cintura con un brazo, con el otro, él acariciaba mi cabello. Mis pies me dolían por tanto estirarse, y cuando por fin me iba a rendir, él me abrazó más y me tomó en brazos, haciéndome soltar un semi gemido desde mi interior. Tal vez lo sospechaba, quizá no me había dado cuenta, pero siempre estuve enamorada de él, desde que vi sus ojos marrón que me enamoraron con tan solo un vistazo, estaba cautivada por su belleza tanto interna como externa. Lo amaba en todo sentido, y eso era todo. Nos despegamos y yo solo vi sus ojos, por un momento, estuve aterrada y ansiosa por ver que era lo que seguía. Mi corazón estaba que vomitaba y no era broma, pero él a través de mi mirada se dio cuenta de cómo me sentía, y me dio otro cálido beso, esta vez solo de segundos.”
-Mentí.
-¿Qué?- pregunté confundida.
-Te mentí, nunca besé a la chica.
-Pero… yo los vi.- dije segura de mí misma.
-Si, pero fue un plan.
-Si que eres raro…
-Lo que pasa es que… es algo tonto, pero me gustaste. Esa vez que te encontré en los callejones y vi como Max te forzaba para tener sexo con él, me di cuenta de que me pondría furioso si otro te tiene.
-Entonces…
-Yo te amo. No sé cómo ni cuando fue en verdad, pero te amo. Eres la protagonista de mis sueños y la única chica que quiero darle mi corazón sin tener nada a cambio.
-¿Eso es enserio o solo mientes?- dije con un obvio grado de vergüenza.
-Si quieres me crees, pero yo en cuanto te vi entrando a mi trabajo, y estando cerca de la mujer esa, aproveché para besarla y sacarte celos.
-Lo lograste.- dije enojada.
Río en un tono burlón y abrazó mi cuello, acercándome más a él –Te ves hermosa estando celosa.
-¿Pero sabes? ¡Hay más formas de demostrarme que me querías a mí!
-Lo sé, pero necesitaba besos, desde que te conozco no he besado a nadie.
-Vaya que castigo…- dije en un tono de ironía.
-¡Vamos no te enojes!- comienza a hacerme cosquillas, haciéndome reír como desquiciada.
-¡Basta ya!- le rogué, muerta de la risa.
-No hasta que me digas que eres mi novia.
-¡Bien, acepto!- en ese segundo James se detuvo. Me miró fijamente y levantó mi barbilla para poder ver bien mis ojos. –No te dejaré ir nunca, Rossie. Eso te lo aseguro.
Sonreí como nunca y miré durante varios segundos sus ojos –Lo sé, te amo.- Finalmente nos besamos nuevamente y esta vez James se dio cuenta que la puerta de mi casa se abría de par en par así que corrió hasta detrás de un arbusto para esconderse. Vi nerviosa a mi mamá y ella gritó:
-¡Niña! ¿Qué haces ahí?
-Yo…
-Entra, ¡Ahora!
“Corrí hasta mi casa y subí corriendo las escaleras para posicionarme rápido en la ventana y poder ver si él seguía ahí. Para mi tristeza, él ya se había ido. Me mantuve sonriendo maravillada y sonrojada viendo desde mi ventana, la noche estrellada. La luna me hacía una mirada acusadora revelando mi felicidad. Estaba muy distraída, y fue ahí donde vi el auto de James en la otra calle. Mi corazón se aceleró queriendo estallar y desahogarse, pero lo reprimí con suspiros largos y piadosos. James corrió el auto hasta mi casa y gritó…”
-¡Te amo Rossie Falcon!
“Reí tanto que llegué a caer al piso. Bautizó mis labios como suyos y desde ahora solo tenían una misión, complacer los deseos de James. Pasó el tiempo, y discutíamos pero no eran peleas largas ni grandes, ni uno de los dos podía estar separado entre sí. Parecía que cada vez lo amaba más. Mis padres no estaban de acuerdo con nuestra relación, pero pasaron 2 años más para que se pudieran acostumbrar a la idea. Para cuando fue mi graduación, fue justo cuando James cumplió los 22 años, fue… definitivamente, el mejor día de mi vida. Use un vestido corto, color crema con un amoroso escote, usando varias joyas de mamá y alisé mi cabello, dejándome un largo flequillo. Bailamos un vals toda la noche, hasta que planeamos nuestra fuga final. Nadie se importaba de nosotros, así que nos escapamos hasta su departamento. Entramos hasta su departamento besándonos sin control, él desabrochó mi vestido, pero fue ahí donde nos detuvimos. Lo miré incomoda y con ganas de irme, él me dedicó una mirada acusadora y dijo…”
-Lo siento… sé que no estás preparada.- se levanta del sofá y abre la puerta de su cuarto. –Puedes dormir en mi cama, yo dormiré aquí, en el sofá.
“Fue en ese momento que me decidí para entregarme en cuerpo y alma a la persona que amo. Digo… hemos estado juntos desde hace 3 años y nunca me ha engañado o sentir como si no valiera. ¿Por qué me tendría que sentir insegura ahora? Salté hacia él y lo besé apasionadamente. Besé su cuello y él desamarró mi vestido nuevamente. Me acostó en su cama y lentamente nos fuimos deshaciendo de nuestra ropa. Amaba como James realizaba mis deseos más oscuros y sensuales de vida, presionaba sus labios hasta mi piel húmeda y me hacía sentir como toda una mujer entrando a una clase de mundo. En uno de nuestros actos, James se detiene para encender la luz. Yo me quedé con cara de WTF? Pero él me alivianó con una suaves y tiernas palabras…”
-Si que eres completamente hermosa…
“Eso me hizo sentir más segura que antes. Me entregué por completo y dejé que James me poseyera sin arrepentimiento alguno. A la mañana siguiente, desperté con resaca y con serias ganas de tomar una larga ducha. Me senté y busqué con la mirada mis zapatos, y sentí como una fuerza masculina me detenía en mi camino”
-¿A dónde vas?- preguntó serio.
-A tomar una ducha, ¿por qué?
-No me dejes, por favor…- dijo con una gran pena interna.
-Amor, sabes que jamás te dejaré.
-Pero irás a la maldita Universidad a estudiar actuación.
“Mi corazón se detuvo y todo lo que vi fue en escala de grises. ¿Cómo supo eso? Se suponía que hoy se lo diría. Inmediatamente posicioné mi cabezo en su pecho desnudo.”
-Dime que no te irás, me prometiste que jamás me dejarías solo.- dijo desamparado y horrorizado por saber mi respuesta.
-Sabes que la Universidad a la cual yo iré, solo queda aquí.
-Pero después te irás, te irás a quizá dónde.
-Eso no es seguro.
-Tienes un talento natural, no me sorprendería si te llevan a grandes ciudades para trabajar en teleseries o telenovelas.
-Amor sabes que siempre me quedaré aquí contigo.
-¿Siempre?
-Siempre- sonreí coqueta y me puse encima de él, dejando al descubierto mis senos solo a centímetros de sus ojos. -¿Qué tal si seguimos jugando a eso que tanto sabes hacer?
-Eres una pequeña bruja- dijo con dulzura, cambiando de posición y por fin, besándome otra vez.
“Disfrutaba cada segundo compartiendo su respiración, sin embargo, mi cabeza daba vueltas y vueltas. No estaba segura de que me quedaría por mucho tiempo aquí y acabo de prometerle de que jamás lo dejaría, sentía una gran culpa. Pasaron 2 años más y terminé mi carrera, siempre intentaba evadirlo lo más posible hasta que él se dio cuenta de lo que vendría. Mi culpa me llevó a planificar toda una noche romántica llena de pasión y amor. Todos los cercanos sabían que a la mañana siguiente tomaría un vuelo a la mañana siguiente con destino a Beverly Hills a grabar la nueva serie, donde estoy actualmente. Tuvimos una larga noche de pasión y me encargué de que tomara mucho alcohol para que no sospechara nada. Le escribí una carta que expresaba exactamente lo que pasaría. La memoricé y ese recuerdo me sigue dañando el corazón…”
Querido James:
Cuando ya hayas leído esta carta, ya sabrás que me habré ido de tu vida y no importa cuanto preguntes, nadie te dirá donde estoy, porque nadie lo sabe, solo saben que me fui. El punto es que me siento muy culpable por dejarte así, enserio lo lamento, se me rompió el corazón cuando lo decidí, pero fui a grabar una nueva telenovela. Era una gran oportunidad y estaba segura que algo como esto jamás se me volvería a repetir en la vida, lo lamento… pero debía hacerlo. Sé que te debes sentir triste y usado, pero por favor no pienses que al haber estado contigo fue una pérdida de tiempo, porque disfruté cada segundo que hemos tenido juntos y aún eres lo que más amo en el mundo. Enserio te amo como a nadie amo en este mundo, siempre conservaré en mi memoria todos los hermosos momentos que me diste y siempre estaré en deuda con Dios por haberte puesto en mi camino, pero sabíamos que algún día esto debía pasar, separarnos. No volveré a enamorarme en la vida, porque tú eres mi único amor. Así que por favor sé feliz como puedas y sigue, porque la vida continúa y debes seguir, no te preocupes por mí, estaré bien si tú lo estás. Estuve encantada de conocerte y de haber sido amada por ti, pero ya es hora de tomar distintas direcciones. Siempre te amaré mi amor, y si algún día llegas a perdonarme, no dudes en que permaneceré siempre a tu lado.
Te ama: Rossie Falcon.
“Y aquí me encuentro, más sola como nunca, en un cuarto de hotel que paga la agencia. Jamás pensé que la vida de un actor fuera tan solitaria, pero lo es. Extraño tanto a James y desearía llamarlo, escribirle o algo, pero sé que él estará muy enojado aún y no puedo ser tan egoísta como privarlo de su felicidad. Él es hermoso y tiene todo lo que una mujer quiere, y yo solo soy una egoísta que no quiere dejarlo ser feliz. Por lo menos teniendo un diario de vida me ayuda para liberarme de mis penas. Había llegado la noche y la luna nos mantenía bajo su piedad, unos amigos del trabajo llegaron hasta mi cuarto para invitarme a una cena especial que preparaba el hotel. En el momento me negué, pero… ellos me convencieron así que fui. Me vestí con mis viejos jeans y botas vaqueras que llevaban ya tiempo en mi armario, acompañado con una larga blusa de a cuadros con una camiseta blanca. Peiné mi cabello usando algunos rizos naturales y usando maquillaje suave. Baje las escaleras del Hotel y todo lo que vi, fue oscuridad, no es enserio, parecía como si alguien hubiese cortado la luz. Pero entonces volvió la luz y James estaba frente de mí. Mi corazón gritaba con ganas y mi mente decía que debía correr, por primera vez, me guié por la racionalidad y salí corriendo. Llegué nuevamente hasta mi cuarto y respiré y me aseguré de que esto no era un sueño, y no lo era. Escuché varios golpes de la puerta y abrí. Tomé un respiro y solo lo miré, esperando mi condena.”
-No me haz dicho como te ha ido.- dijo tranquilo.
-Pues… todo ha salido bien con la novela.
-No lo pregunto por eso.
-No hay nadie importante en mi vida, solo mi trabajo, al cual amo mucho.
-Que bien…
-James yo…
-Lo sé, pero… yo no sé si pueda confiar otra vez en ti- dijo en un tono muy serio.
“Sin pleno aviso comencé a llorar. Mi mundo se derrumbaba, sabía que esto pasaría pero creí que estaría preparada para escucharlo y soportarlo, pero no lo estaba. Ahora todo me confundía, mis ojos estaban cegados por las lágrimas. Me reconforté sentir nuevamente un abrazo de los suyos, pero mi pena aún seguía ahí.”
-Tranquila… no me refería a eso.
-¿Entonces a qué? Por favor no me digas que te enamoraste de alguien más, por favor…- bajé la mirada.
-No es eso. Es solo que me di cuenta que fue egoísta de mi parte no haberte dejado ir a las buenas. Pero ahora sé que no puedo estar sin ti, te necesito a mi lado, Rossie. Eres todo lo que necesito.
-También tú, no quiero nada de nadie si no te tengo a ti.
-Entonces… ¿comenzarías todo de nuevo conmigo?
-Creo que… eso me tocaba preguntarlo a mí, yo soy la que debe disculpas aquí.
-No claro que no.
-Claro que si.
-Que no.- Y así seguíamos con nuestra divertida diversión hasta que él por fin me besó de nuevo. Sentir sus labios otra vez sobre los míos me hizo ver de nuevo la vida con colores, no lo oscuro que era antes de que él volviera. Sus labios era todo lo que necesitaba, algo así como el premio de haber recorrido todo el desierto de Atacama, el agua; y si que parecía deliciosa.
-Vamos a empezarlo todo de nuevo, ¿bueno?
-Está bien… pero aún me siento culpable por…
-Ya Rossie, deja ir el pasado para construir un buen futuro- sonrío con cierta ternura y transparencia que lo único que quise decir fue…
-Te amo James, y es para siempre.
“Siguiente paso, silencié su boca y lo besé como nunca antes en la vida. Me entregaba 100% segura de mí misma, sin dejar que el miedo y la incertidumbre se apoderaran de mí, ya no le guardaba ni un secreto y me sentía pura al fin. Ahora si me sentía completa, tenía el trabajo que siempre soñé y al hombre que siempre desee. Nuestro amor si fue como una película, si hubo un final feliz.”
-Fin-
_________________________________
Este es mi regalo para ustedes chicas por la tardanza, espero que les haya gustado, últimamente no estoy buena para escribir, lo siento :/