sábado, 21 de julio de 2012

Business of Misery "Episodio 5" {Bienvenida a la Empresa Alessandri, Señorita Miley}


-Si me amas como la hermana mayor que soy para ti, entonces dejarás de trabajar para ese hombre y me darás el puesto para que yo pueda trabajar como su asistente.- gritaba Miley, casi violenta al dirigirse a su hermana Demi, quien simplemente le miraba como si estuviera loca, pero que a la vez le daba tiempo para pensar en un buen discurso.

-Miley, no dejaré mi empleo por una patraña tuya. ¿Tienes idea de lo que cuesta en trabajar en una empresa del Señor Alessandri?- preguntó.

-¿Señor? Oh vaya no me dio la impresión de que lo consideraras como un señor cuando estabas apunto de besarlo.

-¡Basta ya Miley, no quiero escucharte más!- le gritó aún más molesta que ella, mientras abría la puerta para pasar a su cuarto. –Y ponte algo de ropa, que se te ve la cicatriz del parto de Nicky.- le dijo indignada, y finalmente se fue y puso de su música a todo volumen para no oír lo que Miley pudiera decir.

Miley estaba molesta, devastada y al mismo tiempo, sorprendida. Quién diría que su hermana trabajaba para su gran amor, y que encima tenían algo más que una relación de trabajo. No podía permitirlo, no estaba dispuesta a que su hermana menor se quedara con el hombre que ella había amado primero, cuando ella recién era una jovencita entrando a la edad de los amores. No, debía hacer algo, y por su fama, sabía cómo hacerlo.

Entonces, miércoles por la mañana y Demetria , como lo era de costumbre, se había levantado temprano para ir a su trabajo para que Nicholas no se enfadara. Decidió olvidar el dramático episodio que se había vivido el día anterior con Miley, y seguir como si nada, por lo que había decidido ir a servirle un rico desayuno. Pero la sorpresa fue grande cuando abrió la puerta del cuarto de Miley y Nicky y no había encontrado a nadie; el departamento estaba desierto, solo Demetria estaba allí.

¿En verdad se habría enojado? Se preguntaba Demetria constantemente, y fue entonces cuando ella misma se contestó y recordó lo enfadadiza que podría llegar a ser a veces Miley con la gente cercana a ella. Sin embargo Demetria fue más interesante y simplemente hizo la rutina de todos los días, y luego se marchó a la empresa, o sea su lugar de trabajo.

Nicholas en cambio, estaba hecho furia, aún en su cama, ni tampoco tenía intención en levantarse, pues los miércoles normalmente no iba a trabajar. Cómo era posible… que Miley haya aparecido en un momento tan inoportuno como ese. Al menos había comprobado que Demetria y Miley si eran hermanas, y que ambas eran muy hermosas pero en distintas áreas, y lo peor de todo, era que Miley seguía ganando.
Se veía tan hermosa, decía él dentro de su cabeza, ese seductor bikini se veía como si hubiese sido hecho única y exclusivamente para ella, y a pesar de que hubiesen pasado más o menos 4 años, se veía bastante más joven y bella que la última vez que la vio, aquella vez que le robó todo hasta el orgullo. Pero no, esta vez debía ser más inteligente que ella, y no dejarle volver a entrar a su vida, aunque eso implicara en destruir su propia vida.

Ahora Nicholas se encontraba en una encrucijada, sabía donde vivía Demetria, y por esas malditas cosas de la vida, Miley también vivía con ella, por lo que Nicholas pondría sus manos al fuego que en más de alguna ocasión sus nervios lo engañarían y le harían conducir hasta aquel inhóspito lugar. Estaba tan perdido, que ni siquiera tomando 10 copas de champagne le podrían borrar la memoria.

Cuando Demetria entró a la empresa, vio a una joven esbelta y bastante arreglada, incluso con un hermoso conjunto formal de una formal de una falda y blusa ajustadas. Demetria abrió un poco su boca, dejando ver una expresión sorprendida y algo molesta, dejó salir un suspiro, y entonces fue hacia donde se encontraba aquella mujer.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Demetria, firme.

-Vine a pedir empleo, hermanita.- le respondió ella, con un tono serio y formal, pero luego le dedicó una sonrisa sínica.

-Pero tú… tú no puedes…

-Sí, si puedo. Tú eres la asistente personal de Nicholas, ¿no?  Entonces todos confiamos con tus capacidades y confiamos en que no mezcles lo sentimental con lo laboral.

Demetria se veía en serios aprietos, Miley estaba actuando fríamente, bueno… igual que siempre, solo que esta vez si le estaba molestando lo que podría estar planeando Miley al querer trabajar allí, precisamente donde estaba ella y Nicholas. Esto era claramente un plan macabro para quitarle el protagonismo que ella se había ganado en su propia vida.

Ambas hermanas caminaron por lo largo de un pasillo desierto, donde la atmosfera que se respiraba era tan tensa que incluso se podía sentir un aura maligna que se desataba en aquel lugar. Miley caminaba como una Diosa en una pasarela, dejando boquiabiertos a cada uno de los presentes, incluso en más de alguna cabeza masculina llegó el pensamiento de que Demetria podría llegar a ser sustituida, y ser la nueva “ex”

-Señor Alessandri.- habló Demi, dirigiéndose formalmente al hombre que yacía sentado en la silla forrada en cuero, quien dirigía la mirada hacia la ventana que estaba tras él.

-Dígame.

-Se ha postulado una nueva señorita para el puesto de secretaria. Sus papeles están limpios, excepto por algo casi insignificante…

-Si no está totalmente limpio, entonces no puede ser mi secretaria. – Miley sintió como una bala atravesaba su pecho, a pesar de mostrarse fuerte y decidida en esos momentos, había una constante guerra entre cabeza y corazón en esos momentos. -Sin embargo… hay una vacante para oficinista, Selena ha renunciado luego de haber quedado embarazada. Algo bastante vergonzoso para una chica que ni siquiera ha terminado la preparatoria.

Miley entendía lo que se sentía estar en esa situación, ser responsable de alguien más cuando aún no se lograba cuidar de uno mismo. Por supuesto que lo sabía, luego de haber quedado embarazada del hombre que estaba frente a ella, y que sin embargo se sentía como si estuvieran a miles de kilómetros de distancia.

-Así que si a la señorita no le importa ese puesto, lo puede tomar.

-Lo tomo.

-Demetria, llévala a que firme todo el papeleo, a contar de mañana la quiero trabajando aquí.

-Si señor Alessandri. Vamos.- le dijo a Miley, caminando delante de ella y llegando a la puerta.

-Espera un momento.- le interrumpió Nick. –Me gustaría hablar con ella por un momento, solos.

-Claro jefe.- respondió Demetria formalmente y entonces los dejó a ambos solos.

-Así que… al fin y al cabo, si te acuerdas de mí.- dijo Miley, pronunciando ese tono tan seductor que era propio del “Demonio”

-¿Recordarte? Robaste todos mis bienes, mi dinero y mi orgullo…- Nicholas apretaba sus mandíbulas lo más que podía, mientras que con ese tono frío y calculador hacía que un frio soplo de aire recorriese desde la punta de los pies hasta sus cabellos rubios el cuerpo de Miley, la esbelta mujer que se encontraba de pie frente a él, quien lo observaba aunque él no se dignara mirarla a la cara.

-No fue algo que yo haya querido hacer, era algo que debía hacer para existir. En aquellos tiempos, lo único que me interesaba era poder existir, aunque no quisiera mi vida en absoluto, y entonces apareciste tú. Un millonario, no tan famoso, pero que me serviría de algo. Con el dinero que pude sacar de ti, me ha servido para poder vivir en todo este tiempo.

Cada cruel palabra que Miley decía, refiriéndose al por qué le robó su dinero, le dolía enormemente a Nicholas. ¿Qué importaba si Miley ocupaba ese dinero para las apuestas u operaciones? A Nicholas no le interesaba en absoluto, solo le interesaba por qué jugó con él, y por qué no pudo haber visto a través de sus ojos, que él realmente la amaba, sin importar la situación en que estuviese, él la amaba, pero al parecer, nunca le importó.

-Solo vete. Tienes el empleo, te han tratado bien y podrás ganar dinero, que al parecer era lo único que te importaba, pero lo único que te pediré es que no te acerques a mí, que me da repugnancia tu presencia.

Miley fingió una sonrisa, y a pesar de que estaba apunto de romper a llorar, su orgullo no se lo permitía, así que decidió seguir jugando. –Como usted diga, jefe.- dichas estas palabras, Miley caminó hasta la salida, y cerró la puerta de la oficina de Nicholas, lo que éste aprovechó para lanzar un amargo suspiro.

-Êtes toujours dans mon esprit, le rat sacrament- exclamó Nicholas, apretando su mano, dejándose marcas a causa de la ira que sentía en ese momento, por culpa de esa mujer que tanto odiaba, y que sin embargo, era lo más preciado que alguna vez había conocido.

A pesar de que Miley estuviese bastante triste por el odio de Nicholas hacia ella, ella debía seguir estando de pie, y seguir con sus planes, todo para su pequeño hijo, que no tenía la culpa de nada en absoluto. 
Demetria la llevó hasta su puesto de trabajo, y no cambió su actitud seria en ningún momento, lo que hacía que se viera chistosa para Miley, que en más de algún momento soltó una carcajada debido a esto, y la situación terminando en que Demetria siempre la regañaba por su imprudencia.

-¿Ya te vas a ver a tu noviecito?- le preguntó Miley en un tono relajado, a Demetria.

-¡Cállate! No es mi novio, y deberías hablar con más cautela sobre ese tema, los empleados aquí son muy celosos y vanidosos. Ten cuidado con ello.- dicho esto, Demetria se fue de inmediato hasta la oficina de Nicholas, su jefe, porque estaba más segura que la terminaría llamando para algo.

Entre todo eso, Miley arreglaba su escritorio con todas sus cosas, mientras leía todo el papeleo que Demi le había dado. Hoy no empezaría a trabajar, pero quería dejar listo el escritorio para cuando volviese, además, le gustaba decorar. En eso, un joven más alto que ella, que venía ni formal ni casual, pasó de largo cuando la vio, pero entonces se tomó unos cuantos segundos como para reconocer que era otra novata, de seguro “la próxima ex”

Como no era fea, y se veía que podía ser simpática y amigable, el joven decidió devolverse y sociabilizar con la nueva chica. Quizá había una leve posibilidad en que pudiese salvarse, y poder tener algo con él, en vez del señor Nicholas.

-¡Hola! Supongo que eres una nueva empleada.- exclamando se acercó a ella, sonriendo de par en par.

-Hola, si, soy la nueva.- le respondió Miley, devolviéndole la sonrisa.

-¿Trabajarás en este sector? Wow…

-¿Por qué te sorprende?- preguntó Miley, curiosa.

-Porque Nicholas siempre deja a las más bellas mujeres como a su secretaria o como a su asistente personal.

-Adivino, sus amantes.

-Exacto. Es una verdadera pena, porque una chica que me gustaba actualmente está trabajando como su asistente personal.

-¿Demi?

-Si, de seguro la conoces porque ella se encarga de todo el papeleo para los nuevos empleados.- le dijo él, totalmente calmado.

-Bueno si… ella vio ese asunto, pero yo tengo la oportunidad de conocerla desde hace más tiempo.- de repente, Miley lo observa fijamente mientras sonreía placenteramente. –Mi nombre es Miley Steven, hermana de Demetria.

5 comentarios:

  1. Oh Excelente novela síguela pronto

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  2. ese par de tontos esa Miley celosa hehe me gustoo muchooo los caps sube pronto cuidate.

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  3. wwwwwwwoooooooowwwwwwww
    me encanto !!
    ojala que nick los vea platicando y se ponga celoso
    wuajjajajja
    sigelaa
    por fis C=
    me encanto !!
    lo ameee ♥.♥

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Hola estoy empezando una nueva historia & me encantaria que te pasaras a verla. Aqui te dejo el link http://beforeandafteryou20.blogspot.com/ & por supuesto lindo blog

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